DISEÑO QUE INSPIRA: CREADORES VISUALES DE ASIA Y MEDIO ORIENTE 

Reconfigurar el paisaje: la visión crítica de Yang Yongliang

Por FERNANDA TAPIA

Yang Yongliang nació el 1980 en Shanghái, una ciudad donde la modernidad galopante convive con una rica herencia cultural. Su formación inicial estuvo profundamente arraigada en la pintura tradicional china: estudió caligrafía y pintura de paisajes con tinta desde una edad temprana, lo que forjó su sensibilidad visual. Más adelante, complementó este conocimiento clásico con estudios en diseño visual en la Universidad de Shanghái y en la China Academy of Art. Esta doble formación —una basada en la tradición de miles de años y otra en las herramientas digitales contemporáneas— se convirtió en el núcleo de su práctica artística.

A lo largo de su carrera, Yang ha logrado construir un lenguaje visual distintivo que dialoga entre pasado y presente, lo analógico y lo digital, lo real y lo ficticio. Sus obras han sido exhibidas en museos y galerías de renombre internacional, como el Metropolitan Museum of Art (Nueva York), el British Museum (Londres) y el Centre Pompidou (París), consolidando su presencia en la escena del arte contemporáneo global.

Yang Yongliang se nutre de las estéticas de la pintura shanshui (paisaje de montaña y agua), una de las formas más elevadas del arte tradicional chino. A primera vista, muchas de sus composiciones recuerdan esas pinturas ancestrales, con montañas envueltas en niebla, pinos estilizados y composiciones verticales que invitan a la contemplación. Sin embargo, al observar detenidamente, el espectador descubre que esas montañas están formadas por rascacielos, postes eléctricos, grúas y otros elementos de la infraestructura urbana contemporánea.

Este juego visual no es gratuito: es una crítica poética a la expansión urbana desmedida, la pérdida del paisaje natural y el deterioro ambiental. La técnica de collage digital que emplea —minuciosa y meticulosa— le permite construir imágenes complejas que exigen una lectura lenta, como lo hacían los antiguos rollos verticales.

El estilo de Yang se define por una estética monocromática, la superposición de capas visuales y una precisión compositiva que replica la estructura y atmósfera de los paisajes clásicos, pero bajo una lógica contemporánea y casi cinematográfica.

“Phantom Landscape” (2006–2010)
Esta serie marca un antes y un después en la carrera de Yang. Con base en fotografías digitales de edificios y ciudades, compone paisajes verticales que simulan tinta sobre seda. En esta obra, la técnica de collage digital alcanza una precisión asombrosa. Lo inquietante es cómo lo artificial se camufla bajo un ropaje tradicional, provocando una sensación de extrañamiento: lo familiar se revela como construcción.

“Heavenly City” (2011)
Aquí, Yang lleva su crítica más lejos. La ciudad se convierte en un monstruo que devora las montañas. La composición, estructurada en capas sucesivas de profundidad, recuerda a los grabados clásicos, pero con una densidad visual que impone un ritmo vertiginoso. Los contrastes entre líneas arquitectónicas rígidas y contornos orgánicos generan una tensión dramática.

“The Day of Perpetual Night” (2017)
En este videoarte, Yang transforma el paisaje en una experiencia en movimiento. La cámara navega por un entorno visualmente majestuoso pero sombrío, donde la naturaleza ha sido sustituida por estructuras industriales. La música minimalista y la animación lenta crean una atmósfera meditativa, casi ritual, donde la distopía se vuelve contemplativa.

Yang Yongliang ha logrado integrar la tradición artística con una mirada crítica sobre la modernidad. Su obra desafía los límites entre arte visual, diseño y tecnología, inspirando a una nueva generación de creadores a mirar hacia atrás para construir lo que viene.

Demuestra que las herramientas digitales no están reñidas con la profundidad simbólica ni con las raíces culturales. Ha influido en la forma en que diseñadores, fotógrafos y artistas digitales abordan la noción de paisaje, proponiendo una narrativa visual que trasciende el ornamento para convertirse en reflexión.

Yang Yongliang no solo representa un puente entre épocas; es un espejo en el que se reflejan las contradicciones del mundo contemporáneo, sin renunciar a la belleza como vehículo de crítica.

Conoce más de su trabajo a través de su página oficial (https://www.yangyongliang.com/) o en sus redes sociales para su contenido más reciente.